La semana pasada yo fui a la ciudad preciosa, Barcelona, y pasé un fin de semana poquito raro. Al principio, el viaje por tren era muy cómodo, a pesar de que paramos con freceuncia, a veces entre los estaciones. Es decir que viajar por tren en España es mucho mejor que el sistema norteaméricano, Amtrak. Por esta noche salí sin éxito, porque mi movíl se fue perdido por un ladrón misterioso. Es claro que mi mente no estaba sana y felíz cuando llegó el día siguiente. Yo ví a los sitios más conocidos en Barcelona, mejor dicho, los sitios Gaudí, como la Casa Batlló, la Pedrera, la Sagrada Familia y mi favorito, el Parque Gúell. Me encantaban estos sitios por su originalidad, y sus representaciones de la naturaleza. Otro cosa me impactó era la playa de Barcelona. Por las playas es obvio que las normas de España son muy diferente que las de EEUU. Por ejemplo se vende bebidas (por extranjeros) y ropa mientras la gentre relaja, y además, casi nunca chica importa desrobar a medio cuerpo. Por fin regresé antes de visitar a todos los sitios importantes, pero no pasa nada. Algún día yo regresaré.
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